Gracias a todos los profesores de religión por haber participado en este encuentro fascinante.
Hemos recibido de D. Ricardo la misión de hablar de Dios a los niños, adolescentes y jóvenes de hoy día, a
través de las clases de Religión, siendo fieles a la misión que la Iglesia nos
encomienda para responder positivamente a las familias que han solicitado una
educación religiosa y moral acorde con sus convicciones. Esta misión nos resulta especial porque la percibimos
como un don de Dios y como signo de reconocimiento y confianza por parte de D.
Ricardo a quien damos las gracias por su acogida.
Gracias también a los concelebrantes: D. Luis Argüello, Vicario general; D. José Andrés
Cabrerizo, Deán Presidente del Cabildo de la S.I. Catedral Metropolitana; D.
Patricio Fernández, diácono permanente, Doña Pilar Cabrera, organista de la
S.I. Catedral y al nutrido coro de profesores que tocaron las guitarras y
cantaron con una sintonía y ánimo espléndido. Las palabras de D. Ricardo
siempre amables, realistas y profundas nos animaron a realizar nuestra misión
con el amor, la fe y esperanza propias de cristianos felices y auténticos que
saben llevar el Evangelio de Jesús a los distintos ámbitos escolares. Por
primera vez nos juntábamos más de 500 profesores de religión de la escuela pública,
concertada-canónica y privada, por lo que la riqueza de la participación, en un
envío conjunto, fue lo más comentado a la salida de la celebración. Muchos
comentábamos que de verdad, nos había ardido el corazón, con las canciones y
los mensajes de la celebración eucarística.De verdad nos sentíamos elegidos y enviados, amados para la misión.
Saludos a todoscon la esperanza de repetir experiencia el próximo año.
Julia Gutiérrez, Delegada de Enseñanza
Si quereis ver el video de la celebración pincha aquí
Comparto la imprensión sobre la celebración. Un marco expléndido, a tono con la importancia del evento.
ResponderEliminar¡ Felicidades a todos!
"....yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro." Lc. 21,15-16